Las esculturas han estado presentes en los distintos aspectos de formación del ser humano. Desde la antigua región de Mesopotamia hasta nuestros días, las esculturas han sido parte y poseen relativos fines. Hablemos un poco de las esculturas en la memoria y tradición de los P´urhépechas, no obstante antes de continuar y para tener una mejor comprensión, retomemos lo antes mencionado, es decir; las esculturas poseen relativos fines, algunas son de uso ceremonial, otras de exposición; hay esculturas para honrar alguna memoria o para conservar la historia de un país entero. Habiendo dicho esto, hablemos un poco del papel que han jugado y que siguen siendo relevantes las esculturas en la tradición y memoria de los P´urhépechas. A continuación veremos algunas de las esculturas más relevantes por su gran importancia que poseen en la cosmovisión de los P´urhépechas.
La comunidad Tarasca se ha regido desde sus inicios bajo distintos elementos, entre ellos del modelo teocrático; es decir que la intervención de dios o de alguna deidad era pertinente, parte de ello explica el surgimiento de algunas figuras alusivas a deidades.
Sin duda uno de los principales usos de las esculturas se relaciona con las actividades ceremoniales, de acuerdo a los distintos hallazgos actualmente tenemos diferentes figuras talladas por nuestros antiguos pobladores, figuras cuyo uso eran en su mayoría de carácter ritual y algunas otras de ornamento para los centros ceremoniales, como prueba de ello tenemos lo que a día de hoy se conoce como “Chacmool” Estas piezas representan a personajes masculinos recostados sobre sus espaldas, generalmente con sus cabezas erguidas hacia un costado. “Estas imágenes que conocemos con el nombre maya de chacmool eran mesas rituales en tiempos prehispánicos. Se ha especulado que se usaban en ceremonias de sacrificio y ofrenda”[1].
Sin duda otra de las figuras más representativas es el de la deidad denominada “Curicaueri” el dios del fuego en la cultura de los P´urhépechas, esta figura a la cual podríamos integrar en las diversas esculturas de Michoacán, ha sido el centro del debate entre diversos intelectuales debido a las diversas interpretaciones en los últimos años, sin embargo no se excluye de ser una de las esculturas más importantes para comprender la cosmogonía de los P´urhépechas y desde luego; la cosmovisión, pues es el papel fundamental entre la creación y la forma en que se rige el universo.
Por último pero no menos importante, tenemos un figura muy peculiar y que forma parte de los elementos suntuarios en la cosmovisión de los P´urhépechas, hablamos de “Mindaskuarheta” (Piedra calendario) esta figura cuyo características son: una piedra de origen volcánico con forma de Cue, (rememorando los prehispánicos como pirámide cuadrangular truncada), que era la arquitectura sagrada de los antiguos P’urhépechas, y que representa el calendario del Kurhikuaeri K’uinchekua.
Una vez mencionado algunas de las principales esculturas podemos notar que más que simples figuras talladas, dichos grabados han sido elementos simbólicos fundamentales entre las creencias y el desarrollo de la sociedad P´urhépecha. El conocimiento y la cosmogonía han sido transmitidas de generación en generación de forma oral, pictográfica y a través de esculturas, como prueba de ello tenemos al ya mencionado Curicaueri. Por otra parte algunos de los elementos de uso ceremonial eran figuras a manera de esculturas como la mesa Chacmool. Las esculturas antes y ahora han sido elementos fundamentales para la sociedad Tarasca.
[1] https://www.inah.gob.mx/boletines/el-inah-localiza-una-escultura-prehispanica-de-chac-mool-en-patzcuaro-michoacan
historiador Juan carlos alejo amezcua