Curicaueri Dios del Fuego
Curicaueri (del idioma purépecha: Kurhikuaeri, gran fuego o gran hoguera), es el nombre del dios del fuego en la cultura purépecha, la cual se estableció en el actual estado mexicano de Michoacán durante el Período Posclásico mesoamericano.
De acuerdo a la mitología de la cultura purépecha –muy especialmente del clan uacúsecha– se considera a Curicaueri la deidad más antigua y la que dio origen al resto de los dioses. El Sol es conocido como hijo de Curicaueri y muere todos los días en el Poniente al ser víctima de la noche, siendo desterrado por el Sol joven o Curicaueri nieto. De esta forma se conjuga la trinidad del fuego, la cual se interpreta de forma análoga con tres estrellas de la constelación de Tauro: Aldebarán, Beta y Gama. En el firmamento las tres estrellas asemejan la paráhtacuqua, el cual es un instrumento que utilizaban los purépechas para encender el fuego.
Curicaueri tuvo cinco hermanos conocidos como los Tiripemencha y de acuerdo a la mitología gobiernan las cinco casas divinas del plano terrestre del universo, es decir, el centro y cuatro puntos cardinales.
En la región de Zacapu, Curicaueri es referido como Querenda-angápeti, que quiere decir “la peña que está en el templo”. Se le representa también a través de animales solares como el guajolote, cuya carne solo podía ser consumida por sacerdotes y grandes señores; como águila en cautiverio cuando ésta se encontraba en la casa del cazonci. Curicaueri se convierte en águila cuando se desplaza en el supramundo, en coyote cuando se desplaza en el plano terrestre y en serpiente cuando se desplaza en el inframundo.